Por un lado limita la actualización del alquiler, (por debajo de IPC), y por otro regula el alquiler en las llamadas “zonas tensionadas,". Esto se traduce en que el propietario pierde ingresos, lo que supone otro problema que se suma a los que ya tenía, es decir impagos de la renta, abono de gastos de comunidad, impuestos, tasas, incluso servicios y suministros a los que debe hacer frente incluso en los casos en los que el inquilino no abona la renta, posibles destrozos de vivienda o